Uno de sus grandes problemas es la gestión y tratamiento de los residuos producidos, ya que el volumen de estos residuos pueden limitar el crecimiento de la explotación.
Procesando de la forma adecuada los residuos de la explotación, no solo conseguimos eliminarlos sino, que obtenemos dos productos de gran interés:
Por una parte obtenemos Biogás, que podemos utilizar en un motor para generar electricidad, para consumo propio o para venderla a la compañía eléctrica, o bien se puede canalizar el Biogas para suministrarlo a usuarios cercanos.
Por otro lado obtenemos un fertilizante de gran calidad que podemos utilizar en la propia explotación si fuese necesario o bien se podría vender.
De esta forma con un residuo molesto, peligroso, etc., obtenemos otros productos beneficiosos para la explotación ganadera, el medio ambiente, etc.